Os mentiría si dijera que desde siempre quise ser fotógrafa de bodas. En un principio quería ser veterinaria, porque otra de mis pasiones son los animales de cuatro patas, sobre todo los perros y los caballos. Pero qué pena, la vida me llevó por otros derroteros.

Después de terminar los estudios en Madrid trabajé como secretaria de dirección de varias e importantes empresas de la capital. Ya sabéis, de 8 de la mañana a no se sabe cuándo voy a salir.  No voy a decir que fui infeliz… no lo era, pero tampoco es lo que estaba buscando en esta vida. Afortunadamente el destino hizo que cambiara mi rumbo hacia la fotografía de bodas.

Y ahora ya tengo con un cuerpo de magnesio, un cmos y una óptica de focal fija… y apertura inferior a dos!  ¿Te has enterado de algo de lo que he dicho? Pues creo que el fotógrafo que hizo la boda de mi hermana…. tampoco.

Las segunda circunstancia que me hizo dedicar mi vida profesional a esto tan raro de la fotografía de bodas fue, el fotógrafo  de la boda de mi hermana. Un día viendo fotos familiares, cayó en mis manos sus fotos de la boda. Son de estas fotografías que no las rompes porque no tienes otras. El encuadre es «rompedor», con los blancos puros del vestido distinguimos a la perfección el encaje de su vestido. Y… esas expresiones, esa complicidad que se ve entre ellos, esa cara de alegría, ese sentimiento ahí reflejado.

Y yo me pregunto: ¿Pero que clase de recuerdo de ese día es este?  Así que, aquí estoy yo ahora…intentando que el día mas especial de tu vida perdure en el tiempo. Que no te engañe nadie… al final después de preparar el día de tu boda, con amor, cariño, cuidado y poniendo tus más de 5 sentidos en ello, solo las Fotos te acompañaran para toda la vida. Y eso se merece que las fotografías de boda se hagan bien.

Tengo cuatro amores por los que daría mi vida ( a parte de mi marido claro) mis 2 perros y mis 2 gatos. He formado una familia humano-perruna-felina compuesta por mis perras Simona, Lola y los gatunos Pepe y Pepa. Si bueno, soy poco original para los nombres

Y el último cotilleo sobre tu fotógrafo de bodas no tengo más remedio que guardarlo por el momento y contarlo en la intimidad de nuestra primera charla sobre la fotografía de tu boda. ¿Te animas?