No hace falta grandes cosas para una love session, simplemente una pareja dispuesta a ser fotografiada, muchas ganas, nerviosismo fuera. Con esas premisas me reuní hace escasamente una semana con Mónica y Miguel para realizar una pequeña sesión de pareja o love session y como iba a ser una sesión cortita nos dirijimos al parque que había enfrente de su casa. La preboda la realizaremos en 3 semana más o menos y espero que el resultado de la misma sea exactamente igual que esta. Ellos por mucho que les intentes relajar van con muchos nervios ( aunque hables con ellos mil veces el momento de ponerse delante de la cámara es un pelín complicado, pero oye lo hicieron fenomenal)
¿Qué decir de Patricia Murcia sin que aparezcan solo buenas palabras? Es complicado expresar en pocas líneas lo que ha supuesto “Patri” tanto para Mónica como para mí. Desde el primer instante que la conocimos hace casi un año hubo feeling entre los tres, ella no lo sabe, pero Mónica y yo teníamos ya decidido contar con su trabajo y el de Carlos Castillo antes de ir a verles. Bastó con ver su trabajo en web y quedar fascinados. Menos mal que hubo ese feeling para que la decisión fuera todavía más fuerte jeje. Todavía recuerdo las palabras de Mónica al salir de su oficina en Cuatro Vientos…”Miguel, tienen que ser ellos, me he sentido como en casa”. Y es que razón no faltaba, nos trataron realmente genial. Fue más adelante, pasados unos meses, cuando necesitábamos Mónica y yo tres o cuatro fotos para repartir entre nuestros invitados a la boda antes de la misma (monté una web para ello). Y ahí estuvo Patricia, acercándose con su coche a nuestra casa una tarde de calor infernal en Junio (de las pocas que hubo), intentando sacar un ticket de los nuevos parquímetros imposibles, y haciendo gala de su exquisita profesionalidad convirtiendo un parque cutre de barrio en el mejor de los jardines imperiales (estas fotos de este post dan muestra de ello). Ella dice que se lo ponemos fácil, pero no. Hay que ser muy buena, realmente buena para que YO me sienta contento y cómodo con una foto. Y he de decir que solo Patricia Murcia ha conseguido eso en mí jeje. Escasos 20 días después vino el reportaje de preboda, en la “playa de Madrid” de El Pardo. ¿Sabéis de esas situaciones que recuerdas toda la vida y que cuentas entusiasmado con una sonrisa en la cara? Pues estoy convencido que pasarán años y seguiremos Mónica y yo recordando esa tarde en El Pardo como uno de los días más divertidos en pareja que hemos tenido. Pero no porque estuviéramos abrazándonos, echándonos agua, saltando, riendo…(que también), sino porque las risas y los momentos cómplices con Patricia, Carlos, Gema y David fueron brutales. Solo ellos consiguen ese efecto natural tan difícil de alcanzar cuando tienes tanto objetivo profesional delante. Son una mezcla de valium y gas de la risa (grandes esos chistes absurdos de Carlos, de los míos!! jeje). Y el pasado viernes, 29 de Agosto, el día llegó. El día de nuestra boda. Desde el primer minuto estaba tranquilo en cuanto a la calidad de su trabajo, sabía que no podían fallar (los genios no fallan) y que todo lo tenían controlado. Tranquilo solo respecto a esa parte, porque yo estaba al borde de la lipotimia o el infarto (nunca había sentido tantos nervios en mi vida). Pero ahí llegarón Carlos, Gema y David a la habitación del hotel donde yo me vestía (Patri estaba con la novia jeje). Llamaron a mi habitación, abrí, los ví y de verdad que me tranquilicé. Ellos estaban trabajando, pero a mí me hicieron la mejor de las compañías en unos momentos decisivios. Fue ahí donde empecé a disfrutar de mi boda. No vi a Patri hasta llegar a la ceremonia, ella estuvo en todo momento con Mónica, no solo haciéndola compañía sino sacando su cámara a pasear regalando instantes maravillosos. Las fotos de Mónica arreglándose son sencillamente ESPECTACULARES. Fue en la ceremonia cuando veía a Patricia ir de allá para acá, moviéndose entre tanto invitado, agachándose y levantádonse, profesional y elegante. En ese momento pensé “qué pena que no pueda disfrutar sentada como los demás”, aunque viendo solo un adelanto de su trabajo mereció la pena que estuviera de pie jejejejeje 😛 😛 Lo mejor vino después, durante el banquete, el baile… Captó todos y cada uno de los momentos esenciales. Tengo infinitas ganas de ver todo su arsenal de fotografías jeje. En serio, ahora me dirijo a ti directamente Patri: ¡GRACIAS! Gracias por tu profesionalidad, por tu trabajo, por tu ironía, por tu sonrisa de medio lado, por tu sinceridad, por tu elegancia, sencillamente por inmortalizar el día más feliz de mi vida. Por formar parte de él. Porque gracias a ti y a tu cámara, tu trabajo será lo único real y tangible que recordemos de nuestra boda pasados los años. La foto es lo único que queda, lo que mantiene vivo el recuerdo. Eres GENIAL!!! Robert Frank dijo que “cuando la gente mira mis fotografías, quiero que sientan lo mismo que cuando leen dos veces la línea de un poema”. Pues hemos de decirte Patri que tú eres la poeta, tu cámara la pluma, y las fotografías de nuestra boda el poema más bonito y maravilloso que podramos leer jamás. Te queremos!!
Realmente me habéis dejado sin palabras, pero todo esto que estoy sintiendo ahora mismo os lo transmitiré en un abrazo en cuanto volváis. No sigo porque ando secándome la lágrima. Gracias chicos, gracias infinitas…