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Cómo empezar…

Gracias Jose y Dany por permitirme disfrutar con vosotros del día más especial de vuestras vidas.

Reconozco que ya no soy imparcial, que tengo tanta implicación emocional, que me siento una más de la familia, una más de vuestros amigos. Y gracias a Dios vivimos, como quien dice a tiro de piedra, así que será cuestión de una llamada y tomarnos unas cervezas o simplemente pasear por Madrid Rio que lo tenemos cerca.

Para que decir que fue una boda entrañable e íntima, con nervios a flor de piel porque todo tenía que salir a la perfección.

Y salió, vaya que salió.

Desde la ceremonia, exquisitamente oficiada por Maribel a la celebración posterior en un entorno con un encanto especial, El Palacio de la Misión que cuidó cada detalle.

Me alegró muchísimo volver a encontrarme con Álvaro y Laura, tan…, tan…, ellos ya lo saben. Conocer a la bellísima Irene a Jeny y pareja, Victor y Ana.  A tantos y tantos amigos que allí se reunieron con vosotros para disfrutar y con los que me reí un montón.

Siempre he escuchado que los amigos son la familia que uno escoge, y vosotros la tenéis excepcional: seguro la mejor del mundo.

Y ya sin más, por que habrá quien piense que me estoy excediendo en halagos os dejo con vuestra crónica.

Os deseo lo mejor, la mayor de las felicidades y que siempre, siempre os améis.

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